Familia Nguzo.
Durante nuestro compromiso en el Colegio Habari Njema, nos encontramos con una familia en una situación desesperada. Compramos alimentos suficientes para sostener a la familia durante dos meses, y al visitar su casa de 10 metros cuadrados, donde vivían siete personas, nos dimos cuenta de la urgencia de la situación y el impacto de nuestra ayuda.
Además de la asistencia alimentaria, nos propusimos hacer un cambio significativo en sus vidas. Reparamos la moto del padre de familia, quien trabaja como taxista, para garantizar que pudiera continuar trabajando y mantener a su familia.


